sábado, 15 de septiembre de 2012

MADRE DE LA ESPERANZA

Recordamos en este día tan bonito a todas las Lolas (a tu hermana, Lorenzo) y a los que cumplen años (tocayo!!!!), y la mejor manera es pensar en la Virgen de los Dolores como Madre de la Esperanza... por eso compartimos con vosotros el comentario que hace al respecto nuestro querido Benedicto XVI en la Encíclica "Spe Salvi" (no tiene desperdicio!!!)

Madre de la Esperanza (Spe Salvi nº 50)
        Santa María..., el anciano Simeón te habló de la espada que traspasaría tu corazón (cf. Lc 2,35), del signo de contradicción que tu Hijo sería en este mundo. Cuando comenzó después la actividad pública de Jesús, debiste quedarte a un lado para que pudiera crecer la nueva familia... de los que hubieran escuchado y cumplido su palabra (Lc 11,27s). No obstante toda la grandeza y la alegría de los primeros pasos de la actividad de Jesús, ya en la sinagoga de Nazaret experimentaste la verdad de aquella palabra sobre el “signo de contradicción” (cf. Lc 4,28ss). Así has visto el poder creciente de la hostilidad y el rechazo que progresivamente fue creándose en torno a Jesús hasta la hora de la cruz, en la que viste morir como un fracasado, expuesto al escarnio, entre los delincuentes...

        Recibiste entonces la palabra: “Mujer, ahí tienes a tu hijo” (Jn 19,26). Desde la cruz recibiste una nueva misión. A partir de la cruz te convertiste en madre de una manera nueva: madre de todos los que quieren creer en tu Hijo Jesús y seguirlo. La espada del dolor traspasó tu corazón. ¿Había muerto la esperanza? ¿Se había quedado el mundo definitivamente sin luz, la vida sin meta? Probablemente habrás escuchado de nuevo en tu interior en aquella hora la palabra del ángel, con la cual respondió a tu temor en el momento de la anunciación: “No temas, María” (Lc 1,30). ¡Cuántas veces el Señor, tu Hijo, dijo lo mismo a sus discípulos: no temáis!...

        En la hora de Nazaret el ángel también te dijo: “Su reino no tendrá fin” (Lc 1,33). ¿Acaso había terminado antes de empezar? No, junto a la cruz... te convertiste en madre de los creyentes. Con esta fe... te has ido a encontrar con la mañana de Pascua. La alegría de la resurrección ha conmovido tu corazón y te ha unido de modo nuevo a los discípulos...El “reino” de Jesús era distinto de como lo habían podido imaginar los hombres. Este “reino” comenzó en aquella hora y ya nunca tendría fin. Por eso tú permaneces con los discípulos (cf Ac 1,14)como madre suya, como Madre de la esperanza.



martes, 11 de septiembre de 2012

Artículo del Obispo de Laï en OMP


Miguel Ángel Sebastián, obispo en el Chad, al lado de los afectados por las inundaciones en su país

OMPRESS-CHAD (10-09-12) El obispo español de la diócesis de Laï, en el Chad, Miguel Ángel Sebastián, cuenta para OMPress, después de haber visitado nuestro país, su preocupación por lo que está sucediendo en su diócesis africana debido a las fuertes lluvias que están causado mucho daño.

“Ya hace días que quería escribiros y hoy, por fin, puedo hacerlo. Este año mi estancia en España ha sido muy breve y no he podido ir a visitar a mucha gente, espero que sepáis comprenderlo. Tenía que venir urgentemente a Laï pues la responsable de la Procura se marchaba y tenía que estar con la nueva responsable al menos al principio.

Desde mi vuelta a Laï he tenido mucho que hacer. Además he tenido que efectuar un viaje a Burkina Faso con motivo de un encuentro con la Cáritas de ese país. Ha sido una experiencia muy rica y va me servir de mucho todo lo que he vivido allá. Como éramos cuatro obispos, creo que esa experiencia va a beneficiar mucho a nuestra Cáritas Chad y también a nuestras Cáritas diocesanas.

Pero lo que ahora me ocupa y me preocupa, sobre todo, es la situación que atraviesa nuestra región. Si el año pasado no hubo bastante lluvia, este año está lloviendo demasiado. La abundancia de lluvias ha hecho que los ríos de la región han salido de sus cauces y han hecho muchísimo daño: decenas de miles de personas siniestradas, casas destruidas, hectáreas de campos inundados… La situación es catastrófica.
Como pastor de esta Iglesia, y de una cierta manera también de las demás personas que viven en esta región, he querido ir al encuentro de las personas siniestradas, al menos hasta donde he podido llegar, pues hay zonas a las que no se puede llegar más que después de muchos kilómetros en piragua o andando por el agua. En estos encuentros he podido ver con mis propios ojos la gravedad de la situación, pero sobre todo he encontrado a la gente para llevarles una palabra de consolación, de compasión y de ánimo. Creo que mi presencia ha animado mucho a unos y a otros, también a la mayoría de las autoridades locales y estatales. Hasta el momento el gobierno aún no ha hecho nada, y ya llevamos en esta situación hace casi un mes, aunque parece que en estos días van a venir de la capital para paliar un poco esta situación con 100 millones de FCFA (152.450 euros). Una gota en desierto. Esperemos que hagan más y, sobre todo, que empiecen a preparar el futuro que será aún más grave.
Estas visitas de terreno me han ido directamente al corazón. Pero también he hecho una experiencia positiva viendo el comportamiento de mucha gente que está ayudando a los siniestrados, en particular las tres personas que trabajan en la sede central de nuestra Cáritas diocesana y las que ayudan a nivel parroquial. Muy positivo es el hecho que he visto a la gente situarse delante de esta catástrofe con dignidad y serenidad, incluso con ánimo de no dejarse vencer; he visto incluso gente que con el agua hasta la cintura están haciendo la cosecha del arroz precoz que ha llegado a madurez. Los únicos que están con cara triste son los niños que viven con sus madres refugiados en otros pueblos, sobre todo en escuelas construidas en duro. ¡Y no he oído ni una queja contra Dios!

Además de mi presencia al lado de los que están sufriendo, nuestra Cáritas no ha cerrado los ojos y oídos sino que se ha puesto a trabajar. Gracias a Dios aún no habíamos agotado la financiación que habíamos recibido de diferentes Caritas del mundo para ayudar a las personas que el año pasado no habían tenido buenas cosechas y a otras personas vulnerables (también el Gobierno de Aragón nos concedió una financiación), y con eso hemos podido dar una primera ayuda de urgencia. Hemos distribuido, sobre todo, alimentos en las zonas más afectadas por un valor de 15 millones de FCFA (casi 23.000 euros).
Pronto tendremos un problema añadido: el inicio del curso está cerca y muchas escuelas no podrán acoger a los alumnos: unas porque han sido destruidas completamente por las inundaciones (escuelas en barro y paja, o hangares de paja), otras porque están siendo ocupadas por las familias refugiadas. Además aún hay demasiada agua en las zonas de inundación, y esta agua no se retirará completamente en bastante tiempo, pues aún sigue lloviendo.

Estimados amigos, ya os dejo. He querido que conozcáis la situación por la que atravesamos pues sé que estáis en comunión con nosotros. Que el Señor nos ayude a abrir siempre nuestros corazones delante de las situaciones de miseria o desamparo de gente que vive a nuestro lado o lejos de nosotros.”

viernes, 7 de septiembre de 2012

Testimonio: la misión

Desde aquí nuestro agradecimiento a Charo, que nos envía una pequeña pero hermosa aportación desde Alcázar. Un abrazo para ella, y a vosotros, una vez más, os invitamos a participar de este blog enviando vuestros comentarios, artículos, noticias, testimonios, oraciones... (zapatuki@yahoo.es).

La misión

La misión es una vocación de lo más profundo de tu ser; diciendo Sí a Dios y haciendo su voluntad, sabiendo que Él nunca falla; dejándonos en sus manos.
La misión de un cristiano, y sobre todo de un misionero, es hacer brotar y crecer en todos los pueblos el Reino de Dios que comenzó con su Hijo Jesús.

En medio de las circunstancias difíciles siempre se crece cuando se vence el vértigo que nos produce el dar un poco más de nosotros mismos a los demás. Hay misiones difíciles de llevar a la práctica si sólo cuentas contigo mismo, pero si es con Dios, todo sale bien.

La misión es decir Sí a Dios radicalmente con todas las consecuencias sin mirar atrás sabiendo que nosotros sólo podemos realizar esa tarea con su ayuda y aceptando lo que Él nos mande.
Los misioneros no tenemos la misión de cambiar el mundo, pero, si se lleva a cabo Su misión, el mundo cambiará, porque la misión de los laicos es orientar el mundo entero hacia el Reino de Dios.
                                                                                         Charo (Alcázar de San Juan)
                                                                                        ____________________________


lunes, 3 de septiembre de 2012

S.O.S - Inundaciones II

Pues nos siguen llegando noticias!!!

Ya vamos por 105.000 siniestrados. Ahora piden piragüas para desplazar a las personas que no pueden hacerlo con tanta agua. La diócesis está respondiendo a todo.

Las pequeñas limosnas ya están llegando, ¡lo que hace muchos pocos!.

Van llegando muchas fotos. Al Obispo se le ve en moto, con botas de goma, en medio de multitudes...

Seguimos contamos con vuestra oración por está iglesia, familia de Dios que está en Laï y pasada por agua, perdiendo vidas, cosechas...

El rio sigue tomando el lugar del camino...